Congecar 2000 | Carnes Congeladas

Nuestro proceso para la carne de pollo se centra en la ultracongelación IQF (Individually Quick Frozen). Cada pieza, ya sea pechuga, muslo o alitas, se congela de forma individual y rápida, evitando la formación de grandes cristales de hielo. Esto preserva la textura y jugosidad de la carne, garantizando un producto de calidad superior ideal para el canal HORECA y la industria alimentaria.

La carne de ternera requiere un control de maduración y un corte precisos antes de la congelación. Realizamos un control de pH post-mortem para asegurar la terneza. Posteriormente, los cortes nobles (solomillo, lomo) son envasados al vacío para protegerlos de la oxidación y congelados a -40°C. Este método mantiene intactas las propiedades organolépticas y el marmoleado de la grasa.

La versatilidad del cerdo exige una diversificación de procesos. Los despieces primarios, como el lomo o la costilla, se someten a una congelación en túneles de aire forzado. El objetivo es estabilizar rápidamente la temperatura interna del producto. El envasado interfoliado (con láminas de plástico entre filetes) facilita su uso por parte de nuestros clientes mayoristas, optimizando la manipulación y reduciendo mermas.

La carne de cordero, apreciada por su sabor característico, es especialmente sensible a la cadena de frío. Tras el despiece, las piezas como las chuletillas o la pierna se envasan con films de alta barrera al oxígeno. La congelación se realiza de forma controlada para no dañar las delicadas fibras musculares. Esto asegura que, tras la descongelación, la carne conserve su terneza y sabor distintivo.